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Cuando comencé a usar Spotify, solía crear listas de reproducción con mis canciones favoritas. Sin embargo, he dejado de hacerlo. ¿Por qué? Simplemente porque ahora le pido una canción que me gusta y el algoritmo se encarga del resto. Y adivinen qué, ¡lo hace mejor que yo! Me recomienda canciones que me encantan, otras que había olvidado (¡qué bellos recuerdos!), algunas nuevas que suelen gustarme, y solo de vez en cuando alguna que debo saltar. La inteligencia artificial de Spotify sabe escoger muy bien las canciones gracias a sus algoritmos de aprendizaje automático, que aprenden de los comportamientos de millones de usuarios. Si te gusta la canción A, B y C, probablemente también te guste la canción D.
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¿Por qué menciono esto? Porque mi experiencia de compra online en supermercados ha sido realmente frustrante. Tengo que buscar productos uno por uno, seleccionar la marca y el tamaño. Algunos supermercados ofrecen la opción de guardar una lista de compras estándar, pero me pregunto: ¿por qué no pueden recordar mis hábitos de compra? Si siempre compro un determinado artículo, de un tamaño y marca específicos, ¿por qué no me lo ofrecen automáticamente? ¿Por qué no me presentan una lista preconfigurada con los productos y cantidades que suelo comprar, lista para confirmar o ajustar? Con un poco de análisis de datos e inteligencia artificial (el dúo dinámico), podrían facilitarme la compra de manera más rápida y eficiente. Al igual que Spotify, podrían sugerirme productos adicionales que no suelo consumir pero que probablemente me gustarían, e incluso regalármelos para fidelizarme.
Además, con los avances en reconocimiento de voz, los supermercados deberían implementar “agentes virtuales” que me permitan hacer el pedido verbalmente (o por escrito) de la siguiente manera: “Quiero comprar aceite de maiz, aceite de oliva, harina pan, arroz, mantequilla, 200 gramos de queso rebanado, un paquete de salchichas…” y que inmediatamente me presenten una lista con los productos solicitados, lista para modificar cantidades, presentaciones y marcas sugeridas. Si no es la primera compra, esta lista estaría inicialmente configurada con mis preferencias habituales.
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¿No sería esta una forma mucho más conveniente de comprar online en un supermercado? Con los avances tecnológicos actuales, esto ya no es difícil de implementar. Por eso, cada vez que voy a un supermercado físico por lo complicado que resulta comprar online, me pregunto: ¿Por qué los supermercados no aprenden de Spotify?